Hoy traemos a Trading A Quemarropa una receta que nos envía Antonio desde Portugal un buen seguidor del Blog. La foto viene directa de la mesa jaja. Muchas gracias Antonio.

Bien es cierto que en Portugal son expertos en platos de cuchara, entre otras muchas cosas, y que este tipo de recetas están omnipresentes en cualquier casa o restaurante por pequeño que sea.

La calidad de los ingredientes y la acertada combinación de los mismos suele ser la tónica general en este tipo de platos; verdaderas maravillas culinarias que hacen de la tradición un auténtico placer bien sea en forma de sopas u ollas.

Hoy vamos a retomar el tema con un cozido à portuguesa o cocido portugués, el plato nacional por excelencia en Portugal.

Bajo la terminología de ollas, los portugueses distinguen tres tipologías muy interesantes:

-Açordas; para referirse a las sopas de pan, de carácter humilde, aunque hoy en día remasterizadas de forma más compleja y vanguardista, aportando texturas sorprendentes.

-Caldeiradas; normalmente de pescado, se unen a las populares sopas de peixe y cremas de marisco.

-Cozido; categoría que encabeza nuestra receta de hoy, seguida de una larga lista de variantes.

Ingredientes:

1 kg. de pecho de vaca.
500 g. de tripa de cerdo.
1 oreja de cerdo.
200 g. de tocino entreverado.
1,5 kg. de pollo.
1 repollo.
2 coles gallegas.
3 nabos blancos.
5 zanahorias.
8 patatas.
2 chouriços.
2 chouriços negros (morcilla).
2 salchichas.
400 g. de arroz.
Sal y pimienta

Elaboración:

Cocemos la carne en abundante agua con sal durante unas dos horas y media, según la manera tradicional.

Antes de que se haga la carne, el tocino y el pollo, reservamos parte del caldo para las verduras.

La col debe estar limpia y cortada a tiras, limpiaremos también el resto de verduras y las pondremos a cocer juntas bien troceadas, de forma que no resulten demasiado grandes para llevar a la boca.

La verdura estará casi lista en unos 45 minutos y es entonces cuando se añaden las salchichas. Mantenemos a fuego lento 15 minutos más y retiramos.

Aprovechando el caldo de la carne, cocemos el arroz y mientras se hace despiezamos toda la carne. Las salchichas las pondremos en rodajas, el pollo irá partido, en este caso para ocho comensales.

Llegado el momento de emplatar colocamos la carne al centro, teniendo en cuenta que debe haber como mínimo uno de cada tipo. A los bordes se sitúa la verdura y finalmente se baña todo con un par de cazos de caldo de cozido.

Si aún hay hambre podemos añadir aparte; costrones de pan frito en aceite de oliva, junto a nuestra guarnición de arroz con salchichas.