Boquerones.
Vinagre de vino blanco.
Sal.
Aceite de oliva.
Ajos y perejil
Preparación:
Quitar la cabeza y la espina del centro y dejar en dos, lavar bajo el grifo con agua fría hasta que salga el agua limpia y estén sin sangre.
Una vez escurridos, ponemos sobre papel de cocina para secarles
Yo los congelo para evitar el anisaki, a 20º bajo cero, los tengo dos o tres días.
Una vez que los descongelados, pongo en un bol 2 cucharadas de sal, yo le pongo sal marina gorda.
1/2 l. de vinagre de vino blanco y 200 ml de agua.
Ponemos los boquerones dentro y movemos un poco, el líquido tiene que cubrirlos por completo, en unas dos horas se hacen, dependiendo del vinagre y la sal, movemos de vez en cuando, para que se hagan todos por igual.
Quitamos el vinagre cuando veamos que están se nota por el color blanco que se les pone, tiramos el liquido sucio del vinagre, y echamos agua limpia, para lavarles un poco y escurrimos.
Picamos bastantes dientes de ajos y perejil, si nos ayudamos con dos cuchillos los cortamos muy bien uno lo tenemos de barrera y con el otro cortamos, así las manos no nos van a oler a ajo y se cortan mejor.
Me gusta picarlos muy pequeños.
En un recipiente de cristal se conservan muy bien, los sacamos del agua y sin secar ponemos una capa bien colocados, que cubra todo el fondo, y ponemos un poco del picadillo de ajos y perejil. Le ponemos un poco de aceite de oliva, así vamos poniendo capas de boquerones, colocándolos en sentido contrario, las distintas capas con el ajo y el perejil y el aceite, no escatimar aceite, yo los dejo un día y al siguiente los utilizo toman mas el sabor del ajo y el perejil y el aceite suaviza la acidez del vinagre.
Unas tosta que están muy rica, untamos el pan con ali olí y ponemos unos boquerones encima.